El amor, ese sentimiento universal que ha inspirado canciones, poemas, y películas, sigue siendo uno de los misterios más grandes de la humanidad. A pesar de los avances científicos y tecnológicos, el amor no puede ser reducido a una fórmula matemática ni encapsulado en una receta. Su esencia escapa a cualquier intento de simplificación, y eso es precisamente lo que lo hace tan fascinante y enigmático.