Entrar a Zeus fue un acto de valentía para mí. Durante años me sumergí en una espiral de adicciones que me hicieron perder la noción de lo que realmente importa. Allí no solo dejé de lado las sustancias, sino que también redescubrí mi fuerza interior. Hoy, llevo una vida activa, con hábitos sanos y una mente en calma. Cada día agradezco haberme dado esta oportunidad de cambio.